ELECCIONES PARLAMENTARIAS EN EL LÍBANO 2022: DE LA ESPERANZA A LA DESILUSIÓN
ELECCIONES PARLAMENTARIAS EN EL LÍBANO 2022:
DE LA ESPERANZA A LA DESILUSIÓN
Exclusivo para Boletín UCAL Filial Mendoza.
Tras el resultado de las recientes elecciones en el Líbano, los medios de comunicación y analistas internacionales, resaltaron enfáticamente “la derrota del bloque liderado por Hezbollah”, “la destacada presencia de 14 representantes de los movimientos de protesta”, “la notable expansión de las Fuerzas Libanesas de Samir Geagea y la proporcional merma del caudal electoral del Frente Libre Patriótico del Presidente Michel Aoun entre los votantes cristianos” y el “evidente agotamiento de la presencia siria en la política libanesa, habiendo quedado afuera del parlamento los más tradicionales y acérrimos defensores del régimen de los Assad en Damasco".
Sin embargo, a menos de 15 días de la celebración de las elecciones, la primera votación parlamentaria dejó claro que los “derrotados” (Hezbollah y sus aliados Amal/Frente Libre Patriótico/Marada/Tashnag) impusieron su voluntad al momento de elegir las autoridades del poder legislativo libanés, consiguiendo la reelecResultado Elecciones 2018
ción por séptima vez de Nabih Berri (líder de Amal) como Presidente del Parlamento, Elias Bou Saab (miembro del Frente Patriótico Libre) como vicepresidente y Alain Aoun, del mismo partido, como secretario parlamentario. Tres puestos claves que controlarán la agenda legislativa, lo que significa que el Parlamento tratará los debates y leyes en función del ritmo y tiempo que el sector político liderado por Hezbollah decida implementar.
Resultado Elecciones 2022 |
Es verdad que Hezbollah y aliados perdieron la mayoría parlamentaria, pero la contrapartida indicaría q
ue la oposición tampoco ha podido constituir una mayoría, y la realidad nos demuestra que la fragmentación y atomización política en el nuevo parlamento libanés; harán imprescindibles maniobras hábiles e inteligentes, que a priori, en las primeras votaciones, parecieron ser milimétricamente calculadas y brillantemente ejecutadas por el grupo pro iraní. Claro que muchos esperaban la renovación de Berri porque, después de todo, no hay otro candidato que hubiera podido ser reconocido como el principal representante político de la comunidad chiíta cuando quedó evidenciado que Amal y Hezbollah lograron mantener la hegemonía parlamentaria de esa comunidad.
Nabih Berri |
Los 14 diputados independientes, la ex coalición 14 de marzo (Fuerzas Libanesas, Movimiento Futuro, Partido Socialista Progresista del líder druso Walid Jumblatt) y sumados los diputados del Kataeb y los 14 nuevos representantes de los movimientos de protesta, podrían logran constituir mayoría, pero la desconfianza y suspicacias de estos últimos hacia el líder de las Fuerzas Libanesas de Samir Geagea, abren muchos interrogantes, y aunque coinciden en su oposición a las armas de Hezbollah; no ven a las Fuerzas Libanesas con la suficiente y necesaria intención de cambio, ya que perciben este partido como parte del establishment causante de la crisis en la que el Líbano está inmersa.
Michel Aoun |
Lo que sí sabemos es que este gobierno, provisional o no , también tiene una fecha de caducidad, que es cuando el nuevo presidente de la República someta a deliberación del parlamento para el nombramiento de un nuevo Primer Ministro y su gabinete.
También existe la siempre vigente posibilidad de que el presidente decida llamar al que el Parlamento inicie las sesiones consultivas para nominar a un nuevo Primer Ministro, transfiriendo ese problema al recinto de la cámara donde tampoco será fácil conseguir consensos y el presidente aludirá, con razón, que la designación no depende de él.
Gebran Bassil |
Es precisamente la elección de un nuevo Presidente de la República la otra gran batalla que se dará en el parlamento. Quienes hasta ahora eran pre-candidatos de la alianza Hizbollah/Amal/Frente Patriótico Libre/ Marada eran GebranBassil (yerno del Presidente Aoun) y Sleiman Frangieh, rivales entre sí, pero ambos grandes perdedores en las últimas elecciones. Y salvo que las recientes elecciones parlamentarias de Berri, Bou Saab y Alain Aoun hayan sido consensuadas y estratégicamente manipuladas (algo que Bassil y Berri desmienten), es notoria la rivalidad y desprecio mutuo entre Bassil y Berri, por lo que no sería tan fácil que Bassil asegure su candidatura aun dentro de su propia alianza. Por su parte, el pro-sirio Frangieh, quedó confirmado como un actor debilitado y de poco peso político entre los cristianos, algo que no es tan deseable ni siquiera para Hezbollah, y difícilmente sea aceptado ni por las Fuerza
s Libanesas ni por los independientes y representantes de movimientos de protestas.
Samir Geagea |
Por el otro lado, Samir Geagea quiere ser candidato, y si consideramos que el propio Hezbollah defendió la candidatura de Michel Aoun hace seis años, por ser el candidato con más diputados entre los cristianos, Geagea podría usar ese mismo argumento y esgrimir con clara evidencia que él es el cristiano con más diputados en el parlamento y, por ende, con derecho a ser electo Presidente de la República. Sin embargo, Hezbollah jamás aceptará que su principal rival político y promotor del desarme de sus milicias, aliado de Arabia Saudita y amigo de Estados Unidos, llegue a la presidencia.
Quizás la salida a esta encrucijada sea nuevamente la de buscar un candidato neutral y aceptado por la mayoría del pueblo libanés. Y esto lleva a mirar al actual jefe del Ejército Joseph Aoun (sin relación familiar con el actual presidente) como candidato de consenso, o al menos con menos disenso. También esa decisión implicará múltiples negociaciones que llevarán tiempo, algo que el Líbano no tiene, considerando sus graves problemas socio-económicos, institucionales y políticos.
Hassan Nasrallah |
Antes de las elecciones, las principales variables del debate político en el Líbano eran: 1- Justicia para los responsables de la explosión del Puerto de Beirut. 2- Cómo afrontar las múltiples crisis. 3- Qué hacer con las armas de Hezbollah y 4- Las reformas políticas necesarias para evitar el clientelismo, sectarismo y corrupción.
Hoy los debates vuelven a ser los mismos de los últimos 20 años: cómo se reparten el control de lo que queda del Estado libanés y quien ocupará cada cargo en el gobierno. El Líbano sigue estancado en su tradicional encrucijada institucional y juego de suma cero entre sus actores políticos. Las cuestiones realmente relevantes para la población quedaron en segundo o tercer plano. La esperanza se desvanece y la desilusión no parece tener fin.
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